13/6/17

El ajedrez de la vida

Son pocas las piezas de dos colores
que están en el tablero despoblado,
quedan un rey postrero en cada lado
torres y unos peones agresores.

Sufriendo los jaques acosadores
al final un rey triunfa alborozado,
mas por la larga lucha que ha efectuado
son muy breves momentos seductores.

También en el devenir de los días,
los hombres son felices al vencer
en sus claras y oscuras biografías.

Pero igual que el rey deben padecer,
y al fin de sus vidas las alegrías
son solo instantes del acontecer
 

 
 
 
 



Finalista VIII Concurso de Sonetos. La lupa.

Incluido en el libro Duda.

Mundo Escritura. España. Noviembre 2022. 

11/6/17

Ajedrez y magia negra

Cuanto más jugaba al ajedrez, menos lo comprendía. El jugador había perdido ya dos veces en el torneo del club y con seguridad en la partida de mañana quedaría eliminado. Entonces pensó que sólo un conjuro mágico podría salvarlo. Siempre se había interesado por la magia negra y en un viejo libro había encontrado instrucciones para llamar a Lucifer y someterlo a su voluntad. Nunca había probado y decidió que aquel era el momento oportuno.
Era muy sencillo, pero primero debía ponerse a cubierto dibujando un tablero de ajedrez en el piso, para que cuando llegara Lucifer no pudiera hacerle ningún daño y entonces le podría pedir lo que deseaba, sin que éste pudiera oponerse.­
Para ello, despejó la habitación retirando las mesas y sillas contra las paredes y luego con una tiza blanca dibujó sobre el suelo oscuro, el tablero protector. Después de pararse sobre él y pronunciar las palabras mágicas de encantamiento, vio ante su completa sorpresa, como se fue corporizando lentamente la figura del ángel malo iluminado por las llamas. 
 ― Siempre he sido un inútil jugando al ajedrez y quiero que me hagas ganar la partida de mañana ―, le dijo a Lucifer apenas se paró en el tablero frente a él.
― ¡Y justo a mi me lo vienes a pedir. Quedaste atrapado en tu propio conjuro! ―, le replicó Lucifer riendo sarcásticamente, mientras se lo llevaba volando hacia el infierno.
Sucedió que no había funcionado la protección del tablero que el jugador había dibujado en el piso, porque erróneamente lo había confeccionado en base a una casilla negra en lugar de una blanca en el borde inferior derecho.